AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Cada vez que llega el nuevo el año, nos auto-convencemos de que el cambio de año nos va a traer nuevas perspectivas o esperanzas, esperanzas que normalmente a los pocos días nos vamos dando cuenta de que todo sigue igual que el año anterior.
Pero a pesar de eso, nosotros cada año volvemos a ilusionarnos y queremos creer que algún año lo acertaremos.

Pasa un poco como con la lotería de Navidad, primero soñamos con el "gordo", después nos conformaríamos con algún premio, más tarde con la devolución y al final nos resignamos a estar contentos con la excusa de la salud, ¡qué remedio!

Todas o casi todas las personas, con la llegada el nuevo año, hacemos propósitos de cambiar, corregir o mejorar aspectos de nuestra vida.

Por ejemplo, uno de los propósitos más repetidos y más con la nueva ley, es el de dejar de fumar.
Después viene la realidad y miles de estos propósitos van quedando en el olvido. Quedan como simples anecdotas o buenas intenciones hasta la nochevieja siguiente. Pero al menos ha existido el deseo de cumplirlo. Algo es algo.

Digo todo esto, porque en estos momentos, lo importante sería intentar alargar este estado de optimismo del Año Nuevo a todo el año: y así intentar superar los problemas y obstáculos que nos da la actual situación social y económica.
Luchar para que el ciclo pase lo más rápido posible y sobre todo que no nos supere animicamente.

Lo de "Año nuevo, Vida Nueva", que no sea sólo una frase, que sea un objetivo para enfrentarnos a los problemas y a los agoreros.
Ahora más que nunca lo tenemos que conseguir.